Lesson 4: A Memory that can't stand Alone
Learning Outcomes
- After watching a video segment, you must be able to demonstrate comprehension of the topic discussed by answering questions and by posting them in the website's blog.
- After answering questions related to the video, you must make a comment on at least one person's answers.
- By having a whole group discussion, you will distinguish between individual and collective memory and you will be able to explain the importance of their coexistence.
- You will identify and judge the contributing factors for a historian to support a political memory.
- During the Cross Over activity, you must engage in the discussions and listen to your partners, as well as and share your opinion respectfully.
Activities:
1. Video Segment
Watch the following debate about history and memory from minute 18:14.
2. Blog Entry
Visit the website's blog and find the posting titled : "La Historia no Combate la Memoria ". Do not forget to write on someone else's answer.
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3. Read the following text
"Sin ningún adjetivo, esto sería solamente
de los individuos"-Joan Ramón Resina (2000)
Una Memoria en Conflicto
Se le conoce como memoria colectiva porque es, de hecho, la recolección de memorias guardadas por los individuos de esa colectividad. Entonces, la memoria colectiva surge de la suma de todas las memorias individuales (P. Aguilar, p33, 1996). Es cierto que éstas (la memoria individual y la colectiva) están obligadas a entenderse para que haya un balance en la sociedad. Ambas se buscan y se influyen entre una y la otra consistentemente, para que exista una precisión entre las memorias que comparten. Estas memorias compartidas se convierten en memorias oficiales, cuales luego son las que se utilizan para poder identificarse como nación en la celebración de costumbres y tradiciones, así como en la literatura, cine, discursos entre muchas otras formas (P. Aguilar, p26, 1996). No obstante, existe en ocasiones la falta de coexistencia entre las dos, y es aquí cuando éstas entran en grandes contradicciones que podría resultar en una inestabilidad social y política (P. Aguilar, p26, 1996). En la ausencia de una historia verdadera y oficial, el resultado es la creación de múltiples memorias individuales y el control de la historia por parte de ellas. Así lo expone Aguilar: "cuando existen memorias alternas a la oficial sumamente distintas de la primera, no es fácil que éstas se impongan sobre las demás, a pesar de la represión y de la uniformidad de los mensajes (P. Aguilar, p103, 1996). Estas memorias se basan en testimonios, cuales la mayoría son transmitidos y más importante aún, se adhieren a la subjetividad en un nuevo presente que, como bien hemos dicho, siempre influye sobre el pasado según se presenten las nuevas situaciones y vayan cambiando los valores adquiridos de las mismas (P. Aguilar, 1996; J.Resina, 2000).
Una Coexistencia Necesaria
Maurice Halbwachs habla sobre los pilares de la memoria colectiva. Precisamente él, considera la cuestión de la pasiva coexistencia de las dos memorias (individual y colectiva). Halbwachs indica que la memoria individual necesita de aquella que es colectiva, y que la interacción entre ambas es vital: “la memoria individual se nutre de la colectiva, aunque cada cual la interprete en función de su propio mundo[…] Recordar es esa interacción entre la memoria colectiva y la individual. Y el olvido se produce cuando la memoria colectiva es insignificante para el individuo” (La memoria; creación social, El País, 2005). Entonces, la memoria individual no puede susistir por sí sola; no pasa de ser sólo un recuerdo si no es por la colectiva, cual tiene la tarea de simplificarla. Sin embargo, la memoria colectiva se construye a base de las memorias ricas de experiencia. Por lo tanto, los individuos quieran o no pertenecen a grupos sociales, por los cuales ellos comparten sus memorias para eventualmente encontrarle un significado al convertirse en historia (Halbwachs: P.Aguilar, p38, 1996). Sin embargo, el caso de España es más complejo aún, y es que esta insignificancia al pasado sí existe, pero ésta fue creada luego de un muy bien planeado juego político (R. Jervis, p217, 1976), en donde se buscaba de cualquier forma una "aversión al riesgo" (P. Aguilar, p23, 1996) . Para la memoria de los españoles, las contradicciones entre ambas son tan significativas que ha creado una inestabilidad colectiva. Ésta es la razón por la cual la memoria de España es individualista. Los atributos de los individuos simplifican aquellas características presentadas por la sociedad. Entonces, mientras el silencio y el olvido trataban de controlar la memoria social, aquella de tipo individual asumió y continuó con su responsabilidad de seguir transmitiendo esas memorias de aquellos días dolorosos (pero aun importantes para la historia) del franquismo. Al no haber una memoria compartida que fuese fiable y objetiva (histórica) de donde la individual pudiera fundamentar y apoyar sus propias memorias, le da paso al olvido y a argumentos que se basan en los recuerdos de las experiencias vividas por un individuo. Como habíamos mencionado anteriormente, esto dependerá entonces, en gran medida, de una cantidad de factores tales como de religión, de género, regional o geográfica, profesión, ideal político, sucesos actuales, experiencias personales, entre otros. Naturalmente, como es de esperarse, existe cierto grado de egoísmo en las memorias y/o testimonios a la hora de transmitir esas memorias (P. Aguilar, P.26, 1996).
de los individuos"-Joan Ramón Resina (2000)
Una Memoria en Conflicto
Se le conoce como memoria colectiva porque es, de hecho, la recolección de memorias guardadas por los individuos de esa colectividad. Entonces, la memoria colectiva surge de la suma de todas las memorias individuales (P. Aguilar, p33, 1996). Es cierto que éstas (la memoria individual y la colectiva) están obligadas a entenderse para que haya un balance en la sociedad. Ambas se buscan y se influyen entre una y la otra consistentemente, para que exista una precisión entre las memorias que comparten. Estas memorias compartidas se convierten en memorias oficiales, cuales luego son las que se utilizan para poder identificarse como nación en la celebración de costumbres y tradiciones, así como en la literatura, cine, discursos entre muchas otras formas (P. Aguilar, p26, 1996). No obstante, existe en ocasiones la falta de coexistencia entre las dos, y es aquí cuando éstas entran en grandes contradicciones que podría resultar en una inestabilidad social y política (P. Aguilar, p26, 1996). En la ausencia de una historia verdadera y oficial, el resultado es la creación de múltiples memorias individuales y el control de la historia por parte de ellas. Así lo expone Aguilar: "cuando existen memorias alternas a la oficial sumamente distintas de la primera, no es fácil que éstas se impongan sobre las demás, a pesar de la represión y de la uniformidad de los mensajes (P. Aguilar, p103, 1996). Estas memorias se basan en testimonios, cuales la mayoría son transmitidos y más importante aún, se adhieren a la subjetividad en un nuevo presente que, como bien hemos dicho, siempre influye sobre el pasado según se presenten las nuevas situaciones y vayan cambiando los valores adquiridos de las mismas (P. Aguilar, 1996; J.Resina, 2000).
Una Coexistencia Necesaria
Maurice Halbwachs habla sobre los pilares de la memoria colectiva. Precisamente él, considera la cuestión de la pasiva coexistencia de las dos memorias (individual y colectiva). Halbwachs indica que la memoria individual necesita de aquella que es colectiva, y que la interacción entre ambas es vital: “la memoria individual se nutre de la colectiva, aunque cada cual la interprete en función de su propio mundo[…] Recordar es esa interacción entre la memoria colectiva y la individual. Y el olvido se produce cuando la memoria colectiva es insignificante para el individuo” (La memoria; creación social, El País, 2005). Entonces, la memoria individual no puede susistir por sí sola; no pasa de ser sólo un recuerdo si no es por la colectiva, cual tiene la tarea de simplificarla. Sin embargo, la memoria colectiva se construye a base de las memorias ricas de experiencia. Por lo tanto, los individuos quieran o no pertenecen a grupos sociales, por los cuales ellos comparten sus memorias para eventualmente encontrarle un significado al convertirse en historia (Halbwachs: P.Aguilar, p38, 1996). Sin embargo, el caso de España es más complejo aún, y es que esta insignificancia al pasado sí existe, pero ésta fue creada luego de un muy bien planeado juego político (R. Jervis, p217, 1976), en donde se buscaba de cualquier forma una "aversión al riesgo" (P. Aguilar, p23, 1996) . Para la memoria de los españoles, las contradicciones entre ambas son tan significativas que ha creado una inestabilidad colectiva. Ésta es la razón por la cual la memoria de España es individualista. Los atributos de los individuos simplifican aquellas características presentadas por la sociedad. Entonces, mientras el silencio y el olvido trataban de controlar la memoria social, aquella de tipo individual asumió y continuó con su responsabilidad de seguir transmitiendo esas memorias de aquellos días dolorosos (pero aun importantes para la historia) del franquismo. Al no haber una memoria compartida que fuese fiable y objetiva (histórica) de donde la individual pudiera fundamentar y apoyar sus propias memorias, le da paso al olvido y a argumentos que se basan en los recuerdos de las experiencias vividas por un individuo. Como habíamos mencionado anteriormente, esto dependerá entonces, en gran medida, de una cantidad de factores tales como de religión, de género, regional o geográfica, profesión, ideal político, sucesos actuales, experiencias personales, entre otros. Naturalmente, como es de esperarse, existe cierto grado de egoísmo en las memorias y/o testimonios a la hora de transmitir esas memorias (P. Aguilar, P.26, 1996).
La Necesidad de Una Historia Quimérica
La función de los historiadores en la creación de la memoria histórica es de suma importancia o más aún, son ellos los que le dan vida. Los historiadores recogen y concretan las memorias del pasado individuales, ya sean propias o heredadas hegemónicas, y las convierten oficialmente en aquellas que conocemos como memorias de la colectividad a través de la documentación de las mismas (P.Aguilar, p35, 1996). A diferencia de las memorias de los individuos, la historia debe nutrirse de hechos verídicos y son legitimizados mediante la publiación de los mismos. Los historiadores tienen la labor de uniformar, transmitir y proteger el pasado de cualquier amenaza que se pueda presentar que quisiese perjudicar la verdad de los hechos. Es entonces, la documentación del pasado lo que traza la línea entre lo que es la memoria y la historia (P. Aguilar, p33, 1996). En países donde ha habido grandes cambios políticos, como lo es el caso de España, los historiadores se convierten en entes de tal cambio, sin embargo, no siempre se elige ser una entidad objetiva. P. Aguilar (p.55, 1996) afirrma que los historiadores son "pragmáticos" a la hora de analizar el pasado. El consenso, la fe y esperanza que se puso sobre "la reconciliación", ha sido lo suficientemente esencial como para priorizar la creación y peservación de una historia irreal y utópica. No obstante, no es en vano recalcar que durante el franquismo, y aún hoy día, la accesibilidad a los documentos y material de la memoria colectiva era y sigue siendo limitada para los historiadores. Este control de la información del pasado, como habíamos dicho, también dificulta la recuperación de la verdadera memoria histórica.
El periodo de la transición fue imprescindible, ya que los recuerdos vivos del pasado no hubiesen permitido un cambio tan drástico como lo es el que sufrió España. El gran temor de una revelación por parte de las múltiples memorias obligó a que se maniobrara con la creación de una memoria colectiva política de la Guerra Civil y los resultados de la misma. Tan poderosa como tan práctica, la memoria de la guerra civil dejó de ser una imparcial para convertirse en una ficticia y eventualmente insignificante y olvidada colectivamente. Hilari Raguer, historiadora de Montserrat, critica la labor de algunos historiadores de la Real Academia de la Historia, los cuales han estado controlando e imponiendo la información que se divulga de la memoria histórica: “Sin que Francesc-Marc Álvaro lo pretenda, el lector podría quedarse con la impresión de que, si hay tantas memorias como recordadores y tantas historias como historiadores, la verdad histórica objetiva es una utopía inalcanzable…dejando de lado a los panfletistas o propagandistas de tal o cual ideología, con el acceso a los archivos y la diligencia de historiadores honestos se van aproximando las historias distantes” (Hilari Raguer, La historia, la memoria y el olvido, El País). Para lograr su propósito conciliador, algunos historiadores se han dado a la tarea de intencionalmente filtrar el pasado a través de las necesidades actuales, ya que a pesar de la importancia del pasado para poder entender el presente, es indispensable saber qué eventualmente traerá como resultado lo que se está necesitando en el momento o situación (P. Aguilar, p35, 1996). Entonces, no se trata de que filtren el pasado, porque como habíamos dicho, esto es necesario para crear un futuro, mas se trata de que se quiera documentar un pasado lleno de contradicciones basado en una moral que no existe y que nunca existió (P. Aguilar, 36, 1996). Aunque, es cierto que la estabilidad histórica de una colectividad depende de la buena voluntad de la reconstrucción de los hechos, sin embargo, "la historia le pertenece a todos y a nadie a la vez, y reivindica una autoridad universal" (P. Nora, 1989).
La función de los historiadores en la creación de la memoria histórica es de suma importancia o más aún, son ellos los que le dan vida. Los historiadores recogen y concretan las memorias del pasado individuales, ya sean propias o heredadas hegemónicas, y las convierten oficialmente en aquellas que conocemos como memorias de la colectividad a través de la documentación de las mismas (P.Aguilar, p35, 1996). A diferencia de las memorias de los individuos, la historia debe nutrirse de hechos verídicos y son legitimizados mediante la publiación de los mismos. Los historiadores tienen la labor de uniformar, transmitir y proteger el pasado de cualquier amenaza que se pueda presentar que quisiese perjudicar la verdad de los hechos. Es entonces, la documentación del pasado lo que traza la línea entre lo que es la memoria y la historia (P. Aguilar, p33, 1996). En países donde ha habido grandes cambios políticos, como lo es el caso de España, los historiadores se convierten en entes de tal cambio, sin embargo, no siempre se elige ser una entidad objetiva. P. Aguilar (p.55, 1996) afirrma que los historiadores son "pragmáticos" a la hora de analizar el pasado. El consenso, la fe y esperanza que se puso sobre "la reconciliación", ha sido lo suficientemente esencial como para priorizar la creación y peservación de una historia irreal y utópica. No obstante, no es en vano recalcar que durante el franquismo, y aún hoy día, la accesibilidad a los documentos y material de la memoria colectiva era y sigue siendo limitada para los historiadores. Este control de la información del pasado, como habíamos dicho, también dificulta la recuperación de la verdadera memoria histórica.
El periodo de la transición fue imprescindible, ya que los recuerdos vivos del pasado no hubiesen permitido un cambio tan drástico como lo es el que sufrió España. El gran temor de una revelación por parte de las múltiples memorias obligó a que se maniobrara con la creación de una memoria colectiva política de la Guerra Civil y los resultados de la misma. Tan poderosa como tan práctica, la memoria de la guerra civil dejó de ser una imparcial para convertirse en una ficticia y eventualmente insignificante y olvidada colectivamente. Hilari Raguer, historiadora de Montserrat, critica la labor de algunos historiadores de la Real Academia de la Historia, los cuales han estado controlando e imponiendo la información que se divulga de la memoria histórica: “Sin que Francesc-Marc Álvaro lo pretenda, el lector podría quedarse con la impresión de que, si hay tantas memorias como recordadores y tantas historias como historiadores, la verdad histórica objetiva es una utopía inalcanzable…dejando de lado a los panfletistas o propagandistas de tal o cual ideología, con el acceso a los archivos y la diligencia de historiadores honestos se van aproximando las historias distantes” (Hilari Raguer, La historia, la memoria y el olvido, El País). Para lograr su propósito conciliador, algunos historiadores se han dado a la tarea de intencionalmente filtrar el pasado a través de las necesidades actuales, ya que a pesar de la importancia del pasado para poder entender el presente, es indispensable saber qué eventualmente traerá como resultado lo que se está necesitando en el momento o situación (P. Aguilar, p35, 1996). Entonces, no se trata de que filtren el pasado, porque como habíamos dicho, esto es necesario para crear un futuro, mas se trata de que se quiera documentar un pasado lleno de contradicciones basado en una moral que no existe y que nunca existió (P. Aguilar, 36, 1996). Aunque, es cierto que la estabilidad histórica de una colectividad depende de la buena voluntad de la reconstrucción de los hechos, sin embargo, "la historia le pertenece a todos y a nadie a la vez, y reivindica una autoridad universal" (P. Nora, 1989).
4. Whole Class Discussion
Discussion Questions:
- What are the differences, if any, between the individual and the collective memory?
- What is the relationship and how important is the coexistence of both memories?
- Could you think about the effects of having multiple unofficial memories (from the individuals) re-memorizing the past of a country?
- Due to the circumstances, how important do you think is for historians from Spain to take in consideration the individual memory? Is it completely reliable?
- Up to what point historians should re-memorize the past and take into consideration the political memory invented during the transition?
5. Cross Over
This activity will help you understand better the differences between individual and collective memory.
Instructions:
Instructions:
- Get a card from the stack. Your card has an identification code. It could be A1, A2, A3 or A4.
- The instructor will call a group (For example all A1 or A1 and A4 together). When this happens, you need to find the members of your team.
- The instructor will give you a question to answer. These questions will be related to historical events.
- You will have some time to discuss the question with your group, and then you will move to another group as the instructor calls a different group.
Unit Assignment:
Click on "Assigment Portal" to summit your assigment for the unit
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Friendly Reminder of First Oral Presentation
This is a friendly reminder of your first oral presentation coming up next week.
- Visit the Assignment Portal or the syllabus to see the criteria and more information about this assignment.
- Make an appointment with me if you need clarification or any other accommodation.
- If you are using power point, make sure you save your work in multiple ways.