Lesson 2: El Valle de los Caídos
Learning Outcomes
- You must be able to indicate the connection among several historical events that made possible the construction of such a monument, and the polemical aspects that created the debate that exists today.
- You will be able to explain how a person's background could determine the way that a person thinks about the monument.
- You are expected to point out, referring to the documentary, the positive results of the creation of the monument.
- You will be able to identify and interpret the aspects of the debate that involve the monument “El Valle de los Caídos”.
- You are expected to informally evaluate the monument from an international, political perspective.
- You will be able defend a point of view related to the issue of the monument by role playing during a debate in the classroom.
Activities:
1. Read the following text:
"Eso representa el Valle de los Caídos, la espada y la cruz unidas por el pacto de sangre forjado en la guerra y consolidado por los largos años de victoria"-Julián Casanova (2007).
Un Monumento de Discordia
Como parte del proceso de cambio al nuevo régimen, se crearon y se establecieron muchos símbolos que serían importantes para estampar y sobre todo legitimizar la nueva España bajo Fransisco Franco. El 1ro de abril de 1940, luego del desfile militar de la victoria, Franco compartió su deseo de encaminar un proyecto sobre un monumento que plasmaría de una forma icónica lo sucedido durante los tres años de la fatídica y victoriosa (para él) guerra civil (Julián Casanova, "El Valle de Franco"-El País, 2007). El "monumento faraónico" (P. Aguilar, p117, 1996), como lo han descrito muchos, se encuentra localizado en un lugar conocido como la Sierra Guardarrama, no muy lejos de donde está ubicado El Escorial, cual fue construído por Felipe II y quién también, así como Franco estableció un gobierno totalitorio en España (G. Tremlett, p47, 2006). El gigantesco mausoleo cuenta con una cruz de 150 metros de altura, una losa de granito de 1,500 kilos, y 33,833 restos de españoles que participaron en la guerra del 36 (Natalia Junquera, "En Busca del Valle Para Todos los Caídos"-El País, 2011). No obstante, a pesar de su magnitud, y de que superficialmente parece tener un buen propósito, son muchas las críticas que han surgido sobre dicho monumento, y que al igual que todo lo que concierne a la guerra civil y Franco, encierra un debate discordiante entre los de un bando y del otro. Lo que se debate es sobre qué hacer con tal monumento cuando ni tan siquiera se ha reconocido el pasado verdadero, y que así como la Ley de la Memoria Histórica, presenta una serie de contradicciones sobre su propósito real. El problema no es sólo el hecho de que el Valle de los Caídos simboliza, de una manera u otra, la sangre derramada y el fantasma del pasado, sino que también dicho monumento fue inventado precisamente por el mismo que la derramó. Además, el debate y el disgusto se intensifica del lado de las víctimas, dada la realidad de que a pesar del reconocimiento y ampliación de los derechos de las víctimas por parte de la Ley de la Memoria Histórica, tanto Franco como Primo de Rivera aún conservan un espacio en dicho monumento, enalteciendo así sus figuras todavía como si fuesen héroes de la patria y a su vez humillando a los familares de las víctimas que descansan precisamente debajo de ellos (G. Tremlett, 2006; Natalia Junquera, 2011; P. Aguilar, 1996).
Un Arma de Doble Filo
Cuando termina la guerra civil en el 1939, "Franco le da la bienvenida a la paz, pero jamás olvidando de que tiene un enemigo". Aunque en un principio la paz llegó a causa de la represión, Franco sabía que calmar las voces de las víctimas y sus familiares era un factor importante para concretar esa paz que él ya había comenzado por la fuerza. Fue entonces cuando Franco decide levantar el Valle de los Caídos en donde él prometía, que una vez estuviese terminado, allí reposarían los restos de todos los caídos, y no solamente los de la falange (P. Agular, p116, 1996). A pesar de que Franco decía ver el Valle de los Caídos como un símbolo de paz entre los españoles, la realidad era que sus intenciones mostraban un doble propósito en la construcción del monumental mausoleo. Por un lado, el Valle de los Caídos fue construído como parte del nuevo discurso de la enaltación de la paz, y por el otro lado, éste sería la forma más indeleble de preservar en las mentes de los españoles quién era Franco y lo que hizo. Para lograr sus propósitos, este monumento tenía que poder enfrentar al tiempo y sobre todo al olvido (P. Aguilar, p116-118, 1996).
Para Franco era de suma importancia que este monumento se construyera lo más rápido posible. Era evidente que él quería estar presente durante su inaguración, así entonces, es como autoriza a muchos presos políticos a trabajar en la construccción del monumento. Estos presos políticos se contrataban a través de compañías que buscaban mano de obra. Franco le ofrecía "el perdón" político a cambio de que trabajaran lo necesario en el lugar, lo cual ha dado de qué hablar, ya que viéndolo desde esta perspectiva, la mano de obra utilizada en la construcción del Valle de los Caídos podría definirse como esclavitud. Sin embargo, Franco no fue el único que ofrecía un perdón a estos trabajadores. La Iglesia también ofrecía una limpieza del espíritu al trabajar en el Valle de los Caídos. Su voluntad sincera les ayudaría a borrar para siempre las ideas de odio y antipatriarcales. No obstante fueron muchos los que murieron durante sus jornadas de trabajo por accidentes y las condiciones precarias en las cuales ellos trabajaban. Muchos de estos presos políticos que fueron voluntarios en la construccción del Valle de los Caídos vieron la oportunidad perfecta para escapar del lugar y esconderse en las sombras hasta el día que Franco ya no estuviese (G. Tremlett, p49, 2006).
Como todo, la ambigüedad en las opiniones que existe sobre este tema del Valle de los Caídos mantiene un debate activo sobre el futuro del monumento. Muchos consideran que Franco sí veía necesario honrar a los muertos de la guerra civil, y que él sí estaba en busca de la reconciliación. Diego Melendez indica que "Franco sintió la necesidad moral, podríamos decir que hasta física de honrar, a los muertos cuando ellos nos honraron". Otros, como Tomás Borrás, aseguran que en el Valle de los Caídos descansan los "mejores muertos de la cruzada" (P. Aguilar, p116, 1996). Mientras tanto, están los otros que indican que los muertos "no sacrificaron sus vidas para que nosotros podamos descansar" (Queralt Solé, En Busca de un Valle para Todos los Caídos-El País, 2011). Aunque ahora se vea el Valle de los Caídos como un lugar de paz y que debe utilizarse para acuerdos de reconciliación, la realidad es que en un principio los republicanos eran segregados y no se planificaba compartir este lugar con ellos, (P. Aguilar, p121-122, 1996) y más aún cuando se les trataba de "extranjeros y ateos" (Carrero Blanco, 1964). En las memorias del primo de Franco, Franco Salgado Araujo, él estuvo de acuerdo con el pensar de que en España no había mucho interés por la construcción de tal monumento. Él decía que "[...]aunque dure el miedo a otra guerra civil, gran parte de la población tiende a perdonar y olvidar" (S. Araujo, 1976). Quizás, Araujo predijo lo que ocurriría en el futuro con el monumento. De cierta manera él sabía que el Valle de los Caídos se convertiría en un arma de doble filo para Franco. La extravagancia del mausoleo, más que paz, le recordaría una y otra vez, día a día a los españoles las atrocidades de la guerra civil, del régimen y por su puesto de Franco mismo. Araujo añadió que Franco visualizaba el Valle como una herramienta "de perpetuar la vigencia e integración de los vencidos". Cualquiera que haya sido el mayor propósito del lugar, el Valle ha sido instrumento de la discordia, y está muy lejos de representar la unión de la colectividad. Franco reconocía la necesidad de incluir al vencido. Él quería construir una memoria colectiva, sin embargo, su intención también era poder recordarle a todos "quiénes fueron los mártires" (P. Aguilar, p130, 1996).
Un Monumento de Discordia
Como parte del proceso de cambio al nuevo régimen, se crearon y se establecieron muchos símbolos que serían importantes para estampar y sobre todo legitimizar la nueva España bajo Fransisco Franco. El 1ro de abril de 1940, luego del desfile militar de la victoria, Franco compartió su deseo de encaminar un proyecto sobre un monumento que plasmaría de una forma icónica lo sucedido durante los tres años de la fatídica y victoriosa (para él) guerra civil (Julián Casanova, "El Valle de Franco"-El País, 2007). El "monumento faraónico" (P. Aguilar, p117, 1996), como lo han descrito muchos, se encuentra localizado en un lugar conocido como la Sierra Guardarrama, no muy lejos de donde está ubicado El Escorial, cual fue construído por Felipe II y quién también, así como Franco estableció un gobierno totalitorio en España (G. Tremlett, p47, 2006). El gigantesco mausoleo cuenta con una cruz de 150 metros de altura, una losa de granito de 1,500 kilos, y 33,833 restos de españoles que participaron en la guerra del 36 (Natalia Junquera, "En Busca del Valle Para Todos los Caídos"-El País, 2011). No obstante, a pesar de su magnitud, y de que superficialmente parece tener un buen propósito, son muchas las críticas que han surgido sobre dicho monumento, y que al igual que todo lo que concierne a la guerra civil y Franco, encierra un debate discordiante entre los de un bando y del otro. Lo que se debate es sobre qué hacer con tal monumento cuando ni tan siquiera se ha reconocido el pasado verdadero, y que así como la Ley de la Memoria Histórica, presenta una serie de contradicciones sobre su propósito real. El problema no es sólo el hecho de que el Valle de los Caídos simboliza, de una manera u otra, la sangre derramada y el fantasma del pasado, sino que también dicho monumento fue inventado precisamente por el mismo que la derramó. Además, el debate y el disgusto se intensifica del lado de las víctimas, dada la realidad de que a pesar del reconocimiento y ampliación de los derechos de las víctimas por parte de la Ley de la Memoria Histórica, tanto Franco como Primo de Rivera aún conservan un espacio en dicho monumento, enalteciendo así sus figuras todavía como si fuesen héroes de la patria y a su vez humillando a los familares de las víctimas que descansan precisamente debajo de ellos (G. Tremlett, 2006; Natalia Junquera, 2011; P. Aguilar, 1996).
Un Arma de Doble Filo
Cuando termina la guerra civil en el 1939, "Franco le da la bienvenida a la paz, pero jamás olvidando de que tiene un enemigo". Aunque en un principio la paz llegó a causa de la represión, Franco sabía que calmar las voces de las víctimas y sus familiares era un factor importante para concretar esa paz que él ya había comenzado por la fuerza. Fue entonces cuando Franco decide levantar el Valle de los Caídos en donde él prometía, que una vez estuviese terminado, allí reposarían los restos de todos los caídos, y no solamente los de la falange (P. Agular, p116, 1996). A pesar de que Franco decía ver el Valle de los Caídos como un símbolo de paz entre los españoles, la realidad era que sus intenciones mostraban un doble propósito en la construcción del monumental mausoleo. Por un lado, el Valle de los Caídos fue construído como parte del nuevo discurso de la enaltación de la paz, y por el otro lado, éste sería la forma más indeleble de preservar en las mentes de los españoles quién era Franco y lo que hizo. Para lograr sus propósitos, este monumento tenía que poder enfrentar al tiempo y sobre todo al olvido (P. Aguilar, p116-118, 1996).
Para Franco era de suma importancia que este monumento se construyera lo más rápido posible. Era evidente que él quería estar presente durante su inaguración, así entonces, es como autoriza a muchos presos políticos a trabajar en la construccción del monumento. Estos presos políticos se contrataban a través de compañías que buscaban mano de obra. Franco le ofrecía "el perdón" político a cambio de que trabajaran lo necesario en el lugar, lo cual ha dado de qué hablar, ya que viéndolo desde esta perspectiva, la mano de obra utilizada en la construcción del Valle de los Caídos podría definirse como esclavitud. Sin embargo, Franco no fue el único que ofrecía un perdón a estos trabajadores. La Iglesia también ofrecía una limpieza del espíritu al trabajar en el Valle de los Caídos. Su voluntad sincera les ayudaría a borrar para siempre las ideas de odio y antipatriarcales. No obstante fueron muchos los que murieron durante sus jornadas de trabajo por accidentes y las condiciones precarias en las cuales ellos trabajaban. Muchos de estos presos políticos que fueron voluntarios en la construccción del Valle de los Caídos vieron la oportunidad perfecta para escapar del lugar y esconderse en las sombras hasta el día que Franco ya no estuviese (G. Tremlett, p49, 2006).
Como todo, la ambigüedad en las opiniones que existe sobre este tema del Valle de los Caídos mantiene un debate activo sobre el futuro del monumento. Muchos consideran que Franco sí veía necesario honrar a los muertos de la guerra civil, y que él sí estaba en busca de la reconciliación. Diego Melendez indica que "Franco sintió la necesidad moral, podríamos decir que hasta física de honrar, a los muertos cuando ellos nos honraron". Otros, como Tomás Borrás, aseguran que en el Valle de los Caídos descansan los "mejores muertos de la cruzada" (P. Aguilar, p116, 1996). Mientras tanto, están los otros que indican que los muertos "no sacrificaron sus vidas para que nosotros podamos descansar" (Queralt Solé, En Busca de un Valle para Todos los Caídos-El País, 2011). Aunque ahora se vea el Valle de los Caídos como un lugar de paz y que debe utilizarse para acuerdos de reconciliación, la realidad es que en un principio los republicanos eran segregados y no se planificaba compartir este lugar con ellos, (P. Aguilar, p121-122, 1996) y más aún cuando se les trataba de "extranjeros y ateos" (Carrero Blanco, 1964). En las memorias del primo de Franco, Franco Salgado Araujo, él estuvo de acuerdo con el pensar de que en España no había mucho interés por la construcción de tal monumento. Él decía que "[...]aunque dure el miedo a otra guerra civil, gran parte de la población tiende a perdonar y olvidar" (S. Araujo, 1976). Quizás, Araujo predijo lo que ocurriría en el futuro con el monumento. De cierta manera él sabía que el Valle de los Caídos se convertiría en un arma de doble filo para Franco. La extravagancia del mausoleo, más que paz, le recordaría una y otra vez, día a día a los españoles las atrocidades de la guerra civil, del régimen y por su puesto de Franco mismo. Araujo añadió que Franco visualizaba el Valle como una herramienta "de perpetuar la vigencia e integración de los vencidos". Cualquiera que haya sido el mayor propósito del lugar, el Valle ha sido instrumento de la discordia, y está muy lejos de representar la unión de la colectividad. Franco reconocía la necesidad de incluir al vencido. Él quería construir una memoria colectiva, sin embargo, su intención también era poder recordarle a todos "quiénes fueron los mártires" (P. Aguilar, p130, 1996).
¿Y Qué Hacemos con Franco?
La prueba más grande que existe de que la memoria histórica de España está todavía sumida en el miedo, es el hecho de que Franco todavía esté ocupando un lugar en el Valle de los Caídos. Las grandes figuras fascistas en el mundo, como lo son Hitler y Mussolini, entre otras, no corrieron con la misma suerte que Franco; ocupar un lugar en un gigantesco mausoleo en donde se enaltese a él mismo. Varios gobiernos han intentado cambiarle el significado al monumento pero no han tenido suerte, y es que muchos ven el Valle como un lugar único e incomparable. Luis Rodríguez Zapatero dice “No existe nada parecido en el mundo” (El País, 2011). No obstante, la pregunta es, ¿cómo trasformar tal monumento que tantas memorias de conflictos, en un lugar reconciliatorio?
Han pasado más de 35 años desde la muerte Franco y han sido 35 años de debate sobre qué hacer con este lugar y sobre qué hacer con Franco y Primo de Rivera que todavía ocupan un lugar allí. De acuerdo con Ricard Vinyes, la falta de voluntad por tomar cartas en el asunto es lo que ha impedido que se tome, en definitiva, una decisión sobre qué hacer con el dilema simbólico que provoca este monumento. Él asegura que es "Por miedo[...] Porque no ha habido voluntad de hacerlo ni sensibilidad para abordarlo, lo cual es increíble porque es el lugar de memoria de los venedores más importante que la dictadura legó" (En Busca de un Valle para Todos los Caídos-El País, 2011) Entonces, para muchos el problema no es reconocer al monumento como una obra de paz y reconcicliación, sino que es la voluntad de que eso suceda, pero por todas las de la ley. Julián Casanova (Catedrático de Historia) dice: "es un monumento de vencedores, y así hay que mantenerlo, pero explicado, con carteles, documentos y doumentales, desde la democracia". Sin embargo, muchos cuestionan el hecho de que si es un monumento dedicado a los caídos, no hace sentido que Franco esté allí. Por otro lado, Primo de Rivera sí fue fusilado, entonces, ¿se consideraría "digno" de estar allí? Lo que sí están de acuerdo los expertos, es que el valor simbólico que conllevaría sacar a Franco del lugar, influiría mucho en la manera que las personas ven el Valle de los Caídos. Por otro lado, personas como Queralt Solé, dicen que el monumento fue construído con el propósito de exaltar la figura de Franco como una imborrable y que así debe permanecer, sin embargo, ella agrega que es necesario desvincular a los que se sacrificaron, y que éstos deben ser exhumados de allí (En Busca de un Valle para Todos los Caídos-El País, 2011). Sea cual sea los propósitos del Valle de los Caídos, la realidad es que el éxito de Franco con tal monumento quedó a medias. En definitiva, el legado de su régimen todavía está presente, tanto así como para sembrar el miedo, pero por otro lado, el fracaso de Franco de ver a todos los españoles reconciliados, no iba a ser posible jamás, a menos que como la memoria, ésta sea ficticia.
La prueba más grande que existe de que la memoria histórica de España está todavía sumida en el miedo, es el hecho de que Franco todavía esté ocupando un lugar en el Valle de los Caídos. Las grandes figuras fascistas en el mundo, como lo son Hitler y Mussolini, entre otras, no corrieron con la misma suerte que Franco; ocupar un lugar en un gigantesco mausoleo en donde se enaltese a él mismo. Varios gobiernos han intentado cambiarle el significado al monumento pero no han tenido suerte, y es que muchos ven el Valle como un lugar único e incomparable. Luis Rodríguez Zapatero dice “No existe nada parecido en el mundo” (El País, 2011). No obstante, la pregunta es, ¿cómo trasformar tal monumento que tantas memorias de conflictos, en un lugar reconciliatorio?
Han pasado más de 35 años desde la muerte Franco y han sido 35 años de debate sobre qué hacer con este lugar y sobre qué hacer con Franco y Primo de Rivera que todavía ocupan un lugar allí. De acuerdo con Ricard Vinyes, la falta de voluntad por tomar cartas en el asunto es lo que ha impedido que se tome, en definitiva, una decisión sobre qué hacer con el dilema simbólico que provoca este monumento. Él asegura que es "Por miedo[...] Porque no ha habido voluntad de hacerlo ni sensibilidad para abordarlo, lo cual es increíble porque es el lugar de memoria de los venedores más importante que la dictadura legó" (En Busca de un Valle para Todos los Caídos-El País, 2011) Entonces, para muchos el problema no es reconocer al monumento como una obra de paz y reconcicliación, sino que es la voluntad de que eso suceda, pero por todas las de la ley. Julián Casanova (Catedrático de Historia) dice: "es un monumento de vencedores, y así hay que mantenerlo, pero explicado, con carteles, documentos y doumentales, desde la democracia". Sin embargo, muchos cuestionan el hecho de que si es un monumento dedicado a los caídos, no hace sentido que Franco esté allí. Por otro lado, Primo de Rivera sí fue fusilado, entonces, ¿se consideraría "digno" de estar allí? Lo que sí están de acuerdo los expertos, es que el valor simbólico que conllevaría sacar a Franco del lugar, influiría mucho en la manera que las personas ven el Valle de los Caídos. Por otro lado, personas como Queralt Solé, dicen que el monumento fue construído con el propósito de exaltar la figura de Franco como una imborrable y que así debe permanecer, sin embargo, ella agrega que es necesario desvincular a los que se sacrificaron, y que éstos deben ser exhumados de allí (En Busca de un Valle para Todos los Caídos-El País, 2011). Sea cual sea los propósitos del Valle de los Caídos, la realidad es que el éxito de Franco con tal monumento quedó a medias. En definitiva, el legado de su régimen todavía está presente, tanto así como para sembrar el miedo, pero por otro lado, el fracaso de Franco de ver a todos los españoles reconciliados, no iba a ser posible jamás, a menos que como la memoria, ésta sea ficticia.
2. Watch the following documentary.
Take notes as necessary. We will discuss the documentary in a future activity.
3. Synthesizing the Documentary
Instructions: As a small group, discuss the following points from the documentary. Use the question sheet to answer the questions.
- What is the primary subject of this documentary? What is the main purpose of the documentary?
- What realities or issues are defined or described in the documentary?
- What are the arguing positions? How are these position criticized?
- What part/s of the video impressed you the most? Were you affected by the video? if so, how?
- Would you say this documentary was effective? Why?
4. Whole Class Discussion:
As a whole class, we will discuss the documentary by using the following guided questions. Share your point of view as discussed by you with your group in the previous activity.
Questions:
Questions:
- What are the two points of view expounded in the documentary about "El Valle de los Caídos"?
- How could the background or personal past of the Spanish people determine the way they think about the monument?
- Let's put aside, for an moment, the different meanings that this mausoleum has for Spaniards, and let's think about what it means to the country in terms of tourism and the economy.
- What is the major problem with the testimonies now-a-days?
- Based on your own judgment, which is the best proposal presented for the future of the monument? Why?
- How do you think the world see this monument? Explain
- Do you think the issue with this monument encapsulates the whole historical memory issue? Why?
5. Role Play
As this unit is based more on the evident existence of a debate about Spain's historical memory, we are going become part of it by role- playing a real debate about el Valle de los Caídos. Read the following instructions.
Instructions:
Instructions:
- Randomly (without looking), take a piece of paper from the bowl. That piece of paper contains the point of view of the group that you will be part of.
- It is very important that you defend the point of view you have been assigned, even if that means you have to "act", because it goes against your real opinion. You will have 3 minutes to explain and defend your point of view. While you talk, the rest of the people will be listening, so it is expected that you will do the same when somebody else is defending.
- You will use what you have learned to defend your point of view. You are allowed to interrupt the debate, but you must raise your hand in order to do so. The instructor will give you the chance to express your point of view as he/she deems it appropriate.
Blog Entry
Visit the website's blog and find the posting with the title: "Debate". Take a few minutes to share your thoughts and feelings about the above.
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Recommended Video
This presents another two videos about "El Valle de los Caídos". One is a documentary explaining the history and process of the monument's construction, while the other one is a discussion about what to do with the monument
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Suggested Website
Click on the button "Valle de los Caídos" and look for the official website of the monument. You will find the history, facts, and pictures among other interesting material.